Por JAVIER FRANCO

El Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en sus orígenes Monasterio de San Martín de Turieno, se remonta a la época visigoda en el siglo VI. La creación de este cenobio está rodeado de leyendas en ocasiones contradictorias.

Una de estas leyendas cuenta que en el siglo V el Obispo Toribio de Astorga se trasladó a Tierra Santa y tras ganarse la confianza de Juvenal, Obispo de Jerusalén y ser nombrado Sacristán Mayor de la Iglesia del Santo Sepulcro, se hizo de gran cantidad de reliquias las cuales transportó hasta este lugar, siendo la mas notoria de ellas el Lignum Crucis, el mayor trozo  de la cruz de Cristo que aun se conserva.

SANTO TORIBIO DE LIEBANA AÑOS 50

Imagen del Monasterio de Santo Toribio de Liébana a principios del siglo XX.       (Derechos)

Otra historia cuenta que un monje de Palencia llamado Toribio llegó a estas tierras como misionero evangelizador en el siglo VI con un grupo de cinco compañeros cenobitas fundando un monasterio construido sobre el antiguo solar de una iglesia y bajo la advocación de San Martín de Turieno, que fue su nombre hasta el siglo XII en el que pasó a llamarse Monasterio de Santo Toribio de Liébana.

A principios del siglo IX comienza su influencia en Liébana con la anexion del monasterio de San Pedro de Viñon en el 828, . El monasterio de San Pedro de Viñón fue donado al de San Martín de Turieno por sus fundadores, el presbítero Propondius y una religiosa de nombre Deo Vota Nonita, quienes edificaron esta Iglesia con sus propias manos.

Es en estas fechas en las que se produce la llegada de las reliquias  para ser protegidas de las huestes musulmanas, lo que contribuirá a su desarrollo económico debido a la gran afluencia de devotos.

SANTO TORIBIO DE LIÉBANA

Imagen del Monasterio de Santo Toribio de Liébana a principios del siglo XX.      (Derechos)

A partir de mediados del siglo X el Monasterio de Santo Toribio experimenta un gran desarrollo en su dominio debido a numerosas donaciones por parte de nobiliarias familias Lebaniegas, lo cual permitirá, en el año 1265, la construcción de una nueva iglesia.

Es época de máxima vitalidad del Monasterio, situación que se mantendrá durante el siglo XI. Por estas fechas este cenobio llegó a tener 20 monjes.

En el año 1183 el rey Alfonso VIII de Castilla entregó este monasterio y todos los bienes en el contenidos al conde Gómez que años mas tarde lo entregaría a San Salvador de Oña, de esta forma se convirtió en priorato de dicho monasterio burgalés.

 Ya en el siglo XIII fue reedificado perfilándose su actual estilo gótico. Durante los siguientes siglos, los monasterios de esta zona experimentaron una cierta decadencia aunque el de Santo Toribio no fue tan acentuada como en el resto debido posiblemente a la afluencia de peregrinos que se acercaban hasta este lugar para venerar la Santa Cruz.

SANTO TORIBIO DE LIÉBANA

Aspecto que presentaba la Iglesia de Santo Toribio en el año 1926.

 

Autor: Marqués de Santa Maria de Villar

 

Mantuvo su actividad hasta la exclaustración ordenada en 1835 por el entonces Ministro de Estado D. Juan Alvarez Mendizábal. Años después, en 1961 volvió la vida conventual, con una comunidad franciscana quien actualmente custodia el monasterio y las reliquias que este alberga en su interior.