Por JAVIER FRANCO
Rondaba el año 1958, Desiderio Gómez era el párroco de Santo Toribio de Liébana y decide citar a la cúpula de la cofradía de la Santa Cruz, a las autoridades locales, a un notario y a la prensa comarcal, para abrir el relicario de la Vera Cruz, por aquello de hacer una labor de mantenimiento de la madera. Don Desi como le llamaba la gente, coge una astilla en un despiste de los presentes, y decide mandarla al consejo superior de investigaciones científicas, por supuesto, contra la opinión de sus superiores eclesiásticos. Días después, el 2 de Julio de 1958, las conclusiones de ese estudio llegaron a Don Desi, se resumirían así:
«Ciprés Sempervirens Ele, abundante en Palestina y una madera superior a los 2000 años»
