Por JAVIER FRANCO
Tanarrio es un pequeñísimo pueblo ubicado en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa con apenas medio centenar de habitantes, que viven más que tranquilos entre joyas del románico y que posiblemente disfrutan de una las vistas más espectaculares de los Picos de Europa. Cada mañana al abrir sus ventanas se encuentran con un tupido bosque de alcornoques en lo que se denomina parte oriental del macizo Oriental de los Picos de Europa.
Ubicado a 450 metros de altitud sobre el nivel del mar, en terreno desigual y montuoso; dista dos kilómetros de la capital municipal, Camaleño. El llamado «alcornocal de Tanarrio» es un bosque de alcornoques situado en la parte baja de la vertiente meridional del macizo Oriental de los Picos de Europa.
Antiguamente hubo aquí un monasterio dedicado a San Facundo. Del patrimonio arquitectónico de este lugar destacan la iglesia parroquial románica (siglo XIII), con retablos en su interior y la ermita de San Facundo, que conserva un Cristo gótico del siglo XV. Aquí nació Rafael de Floranes Vélez de Robles y Encinas, historiador del siglo XVIII.